Obras de misericordia: Consolar al triste

Jesús nos ha dicho: «Dichosos los que lloran porque serán consolados». El consuelo de Dios, por medio de su Espíritu Santo, nos consuela. Pero, además, Dios se vale de nosotros para consolar a los demás. No se trata de decir: “no llores”, sino de buscar en las Escrituras, las palabras que mejor se adecúen a la situación. En los salmos podremos encontrar esa palabra de consuelo que requerimos, por eso, es conveniente recitarlos y meditarlos constantemente.

5E - Consolar al triste

También te podría gustar...