Jueves Santo, día del amor fraterno

«OS HE DADO EJEMPLO PARA QUE LO QUE YO HE HECHO CON VOSOTROS, VOSOTROS TAMBIÉN LO HAGÁIS»

Estamos invitados a la mesa de la amistad más profunda. Tenemos ante nosotros un tiempo para bendecir al Señor: ¡nos quiere! Empapémonos de sus actitudes y sus sentimientos: ¡le queremos! Y dispongámonos a vivir luego lo que aquí se celebra: el servicio, la entrega, la fraternidad, la filiación. Y bendecir a Dios llevando su vida a los hermanos.

Así sentados en torno a la mesa, aprenderemos a vivir más humanamente y a ser felices. Es, desde luego, tiempo de bendecir a Dios por Jesús de Nazaret.

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